Como era de esperarse, costó horrores levantarse luego de la Madrugá, así que desayunamos tarde y salimos para Triana, paseamos por el Guadalquivir y nos tomamos una cerveza a la vera del río.
Cruzamos por el puente de San Pedro y seguimos caminando por el barrio de Santa Cruz hasta los baños árabes. A la vuelta encontramos que estaba abierta la Catedral y volvimos a maravillarnos con ese sincretismo arquitectónico de Andalucía.
Ya es tarde, nos volvimos al hotel a hacer las valijas nuevamente, que mañana temprano sigue el viaje hacia a los Pueblos Blancos del sur de España.
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