domingo, 24 de abril de 2016

Día 25: La esperada "Madrugá" (24 de marzo)

Hoy fue uno de esos días interminables de nuestros viajes. Por la mañana visitamos a la Basílica de la Macarena; dejamos lejísimo estacionado el coche (andar en auto por Sevilla es una locura) y caminamos hasta la iglesia, ya desde temprano había cola, pero se movían rápido.

 
  
 

Después caminamos hasta el Metropol Parasol, más conocida como la plaza de las setas. Ahí Francisco aprovechó y dio clases de segway. Después volvimos medio a las chapas porque habíamos dejado mal estacionado el coche.

 
 
  

Después de perdernos por los puentes y las islas de Sevilla, terminamos almorzando en Triana, en un barcito cerca del puente.


Volvimos al hotel para descansar un poco y a la tarde volvimos a caminar por el barrio de Santa Cruz, cenamos por ahí y después fuimos los cuatro a ver un espectáculo de flamenco en la Casa de las Guitarras, alucinante.


A la noche dejamos a los chicos en el hotel y salimos para ver la Madrugá.


Sevilla es entrañable, no sabemos si por las Pascuas, si por el aroma a azahar que envuelve cada esquina, o por el flamenco y la historia, pero es notable el esfuerzo que hace para impedir que la abandones.
Nos caminamos de ida y vuelta todo el casco histórico y más. Estuvimos en dos Pasos, el de El Silencio y en el de la Macarena. En este último tuvimos la increíble fortuna de detenernos en una esquina dónde no sólo pararon los dos "palios", el del Cristo y el de la Virgen, sino que desde un balcón, una cantaora flamenca les dedicó sendos cantes mientras todo el pueblo escuchaba en silencio. Conmovedor.
Volvimos a las cinco de la mañana, un poco cansados.


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